Un acuerdo firmado ayer entre el presidente francés, el sector de la música y el cine y los proveedores de acceso a la red permitirá bloquear el acceso a la red a aquellos usuarios habituales de las redes de intercambio de ficheros.
“Esta es la iniciativa unilateral más importante que hemos visto hasta ahora” para ganar la “guerra” a la piratería en línea, declaró John Kennedy, presidente de la Asociación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI) Nicolas Sarkozy “ha reconocido así la importancia que las industrias creativas tienen en las economías occidentales”, subrayó en un comunicado el directivo de la IFPI..
En un primer lugar, el acuerdo prevé la creación de una autoridad independiente que enviará, a través de la FAI, hasta dos correos electrónicos de advertencia a los internautas fraudulentos. Si el cliente persiste en su práctica ilegal, el proveedor suspenderá o incluso podrá rescindir el contrato entre ambos y cortar el acceso a Internet. Asimismo, un nuevo registro identificará a los piratas reincidentes, según el acuerdo.
El acuerdo también genera obligaciones para las compañías cinematográficas y discográficas, que se comprometen a hacer sus obras accesibles a través de Internet más rápidamente y a retirar barreras técnicas como las que impiden que las pistas de música puedan leerse en ciertos reproductores.
En la presentación del acuerdo, el Presidente francés Sarkozy señalo que “Corremos el peligro de contemplar una auténtica destrucción de la cultura”(..)”Internet no debe convertirse en un salvaje oeste de la alta tecnología, una zona sin reglas donde los fuera de la ley puedan saquear obras impunemente o, lo que es peor, traficar con ellas con total impunidad. ¿Y sobre las espaldas de quién? Sobre las espaldas de los artistas”. Asimismo denunció “los comportamientos medievales” que, bajo el pretexto de que se trata de contenidos digitales, incitan “al robo”.
La asociación de defensa de los consumidores UFCQue Choisir denunció de inmediato esta iniciativa al calificarla de política “represiva”. La “rescisión punitiva” del contrato con el proveedor “es contraria a numerosos principios constitucionales, en particular la presunción de inocencia”, criticó la asociación.
En agosto de 2006, el gobierno francés ya aprobó una ley que prevé un castigo de hasta tres años de cárcel y 300.000 euros de multa para los internautas que descarguen ilegalmente obras culturales protegidas.
Fuentes: El Periodico El Pais